San Antonio Mª Claret

Nuestro fundador

San Antonio María Claret (Sallent, 1807-Fondfroide, 1870),
un hombre universal, nacido para evangelizar, enamorado de Jesucristo y del prójimo,
misionero apostólico, Hijo del Inmaculado Corazón de María.

Profeta del siglo XIX que, movido por el Espíritu,
inspiró nuevos caminos de vida para la Iglesia.

Un pensamiento que el Señor me ha inspirado…

Claret observa el mundo procurando que nada de él quede al margen del plan de Dios. En ese afán evangelizador repara en mujeres que llamadas a vivir una consagración radical a Jesucristo han de permanecer en el mundo. Para ellas hacia 1846 empieza a escribir un libro que se estrena con estas palabras:

«Después de haber procurado dar a toda clase de personas los medios que me han parecido más conducentes para que logren su santificación… temería faltar a mi deber y a la caridad universal que Dios me ha inspirado, si no cuidara de ofrecerlos a una clase de personas que ha llamado siempre mi atención y cuidados en mis correrías apostólicas, y que me ha ocupado muchísimas veces delante de Dios.

El Señor a quien habéis elegido por esposo, y a quien habéis consagrado vuestro corazón, os ha mirado con ojos compasivos, ha aceptado vuestra entrega y quiere admitiros por esposas… A lo menos así me lo hace creer un pensamiento que el Señor me ha inspirado, y que va a proporcionaros el que podáis realizar todos vuestros deseos abriéndoos un nuevo claustro… y éste será el Santísimo e Inmaculado Corazón de María«.

En 1850 el libro fue finalmente publicado. Cartas posteriores revelan la enorme aceptación que tuvo esta pequeña obra claretiana y el interés con que Claret quería difundirla a lo largo y ancho de su diócesis:

“También quisiera que me enviara una porción de los libros de las Hijas del Inmaculado Corazón de María; es el libro que hace grandes frutos …envíemelos pronto… no se puede usted formar una idea del bien tan grande que está haciendo este librito”.

Consagración y secularidad, bajo el influjo materno del Corazón de María, son nuestro modo de ser Iglesia y de realizar nuestra misión en el mundo.